viernes, 14 de diciembre de 2012

Madres consejeras

¡Hola a todas de nuevo  y bienvenidas las nuevas lectoras!

Si algo he comprobado en este tiempo en el que me preparaba para ser madre y el poquito que llevo como tal es que a las mamis, a todas sin excepción, les encanta dar consejos. O en su defecto, explicar sus propias experiencias. Y no creo que sea porque se piensen que lo hacen mejor que nadie sino por algo mucho más sencillo: a las mamis NOS ENCANTA hablar de nuestr@s hij@s. Como explicaba en mi primer post, no hay nada peor para una no mami que quedar atrapada en una charla entre madres "recientes". Más le valdrá tener sobrinos para poder meter cuchara o acabará de papillas y guarderías hasta los mismísimos. Y aunque creas que cuando seas madre controlarás las mami charlas en público, se te va la lengua.

¿Es que no hay nada más en nuestro mundo una vez tenemos un hijo? ¿Acaso no trabajamos, estudiamos, vemos películas, leemos libros, vamos de compras, planeamos viajes, etc? Si, pero hay una inexplicable necesidad de explicar las peripecias con los primeros dientecillos de la criatura y sus pataletas con la comida.

¿Y qué me decís de cuando una mami novata pregunta a otra más experimentada? Ahhh, se le nota en la mirada que está encantada de que le pidas opinión. Será el momento de desenfundar su libro de estilo y contarte con pelos y señales cómo se las apañó con su bebé. Y tú intentas tomar nota mentalmente de los cientos de buenos consejos de tus amigas, inocente de ti, pensando que los podrás aplicar. Y digo inocente porque en la mayoría de casos, todo es muy relativo. Por la sencilla razón de que cada niño es un mundo. Y esto es una verdad como una casa. Te dicen "Yo le daba el pecho cada 3 horas" (Pues el tuyo pedirá cada 2) "Al poco de nacer me lo llevaba de paseo de punta a punta de la ciudad" (El tuyo te berrea a las tres manzanas y estás volviendo para casita) "Vas a la cunita cuando llore, lo calmas y que aprenda que tiene que dormir" (Cuando lleva 15 minutos llorando desconsoladamente a lasa 3am, o lo sacas de la cuna o te lo sacan los vecinos) "A las pocas semanas dejará de dolerte el pecho al amamantar. Lo peor es el primer mes" (Y tú tachando cual preso en la pared los días que faltan para que acabe la tortura cuando llevas ya mes y medio con la lagrimita) Y así un largo etcétera de buenos consejos que no podrás aplicar seguramente porque nadie puede predecir el comportamiento de un bebé de pocos meses.

Lo peor es que no escarmentamos y las madres novatas seguimos buscando información y experiencias ajenas para intentar encontrar la fórmula mágica para ese problemilla que no acabamos de resolver. Os cuento mi particular odisea con los mocos. No sé por qué extraña razón, verle un moco (y cuando digo uno es UNO) y oírle respirar ruidosamente activa algún mecanismo en mi cerebro que hace que tenga que sacar  ese invitado no deseado de la nariz de mi bebé. Opción primera en nuestro caso: Rhinomer Baby + aspirador nasal. Resultado: parece que vayamos a matar al peque pero sale algo. Busquemos más opciones en Internet. El suero + incorporarlo y que saque los mocos estornudando. Resultado: parece que lo vamos a matar y me dice que estornude yo. Seguimos buscando mientras una de las dos pediatras que consultamos nos dice que el aspirador nasal puede provocar OTITIS. ¡No fastidies! Lo escondo pero no demasiado y vuelvo a consultar vídeos en Youtube sobre el arte de sacar mocos. Una chica me vende como el invento del siglo enrollar la punta de un pañuelo de papel y metérselo en la nariz al crío. Lo hago. Resultado: meto el moco todavía más adentro. Así que sigo de estranjis utilizando el aspirador porque poco o mucho sale y algo avanzamos. Pero vamos, que lo mejor es cuando lo consultas con un par de mamis y te dicen que lo que tiene mi bebé no son mocos, que eso lo deje y que cuando de verdad tendrá mocos es cuando te venga con dos chorretones colgando. Arrrggg... ¿¿¿ A qué edad aprenden a sonarse por Dios???

En fin, mamis, que en el mundo de las madres los consejos se regalan por doquier. Pero me quedo con algunas frases hechas:

"Duerme cuando duerma él"
"No lo acostumbres a los brazos o será peor"
"Si lo metes a dormir con vosotros os costará que duerma en su habitación"

Si, lo primero también es un mito. Y es que mientras no vengan con un botoncito de on/off + libro de instrucciones, no habrá planificación posible. Pero en esto coniste esta maravillosa aventura, ¿¿no??

Os espero la próxima semana en la que hablaremos de juguetes. ¡Que vienen los Reyes!

Besos

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