lunes, 7 de octubre de 2013

Estábamos avisadas


 

En el mundo de la maternidad hay muchos tópicos pero también verdades como puños. Hay advertencias que se repiten y se repiten y, en estos casos, la voz de la experiencia es algo  tener muy en cuenta. Algunos de los avisos nos los apuntamos, otros los dejamos en la recámara y muchos directamente los ignoramos porque creemos que no es para tanto o que a lo mejor no nos ocurre. El caso es que el tiempo da la razón a muchas de esas madres que nos avanzaban cosas que iban a suceder. Lo estoy viviendo en mis propias carnes y también lo he comenzado a observar en otras madres que me rodean. Os voy a numerar algunas de esas cosas que casi siempre nos acaban sucediendo:


1.- Comenzar la guardería equivale a tener a tu hijo enfermo más de la mitad del tiempo

Lo sabéis, mi hijo no lleva ni un mes de guardería. Pues bien, la semana pasada sólo la pisó un día, un miserable día. Lleva diez días con tos, despertándose de madrugada y cargadito de mocos. Sabía que podía suceder, sabía que iba a suceder, que iba a enganchar de todo. Pero no imaginaba que iba a cazar el primer virus que entrara por la puerta. Y sobre todo, no me esperaba que le fuera a coger tanto cariño. Por supuesto, es una situación generalizada en todas las clases de P1. Esto es entrar por la puerta grande, sí señor.


2.- Tendrás muchas ganas de que camine y luego echarás de menos cuando no lo hacía

La verdad es que todavía no camina solo pero con su andador llega dónde le da la gana. Y sí, es un mareo constante ir detrás suyo porque intenta meterse por los huecos más difíciles e inaccesibles. El pasillo debe parecerle aburrido y monótono. Lo reconozco, todo era mucho más sencillo cuando no salía de su alfombrita. Ahora huele el peligro y le atrae la exploración. Por suerte, el andador hace que sea bastante ruidoso y eso me da pistas de por dónde camina. Ay, cuando vaya suelto… voy a ver dónde consigo una chichonera.


3.- Tener hijos es caro muuuy caro

Qué lejos quedaron los gastos de dos: gimnasio, estudios complementarios, hipoteca, cenas, viajes… Ahora tienes guardería, mútua para tres, piscina para el peque, inglés para el peque y una tarjeta oro en tu farmacia. Efectivamente, comprendes que el ritmo de vida de las familias es otro y la administración es otra. Los planes de futuro también son otros y pasan indudablemente por la calculadora.

 

4.- Con los segundos, llegan los celos

Esto obviamente no lo he vivido todavía en primera persona pero lo anoto como apunte de futuro porque lo estoy viendo en amigos. Los hermanos mayores necesitan un periodo de adaptación cuando llega un hermanito. Esto es así. Si no se rebelan al principio, lo harán después con pequeños detalles. Hasta el momento han sido ellos los protagonistas, los que se llevaban todas las atenciones pero ahora deben aprender a compartir y a entender que hay una personita que se lleva todos los mimos en este momento. ¿Resultado? Agotamiento extremo para los padres hasta que la situación se encarrila y se logra una convivencia feliz.

Por supuesto, esto no es una ciencia exacta pero hay situaciones clásicas, de libro, que nos llegan a todas. Unas son pura anécdota y otras requieren de grandes dosis de paciencia para que no nos agobien en exceso. Pero hace gracia ver cómo llegamos a ciertas “bases” en esta carrera de la maternidad. Porque esto es como una carrera y cada etapa es una base que debemos alcanzar y superar. Y aunque a veces haya ganas de lanzar el bate y volver al banquillo, no podemos!! Al fin y al cabo, este es el partido que toda la vida estábamos esperando jugar, no? ;-)

2 comentarios:

  1. Es una realidad como un templo de que por mucho que te digan, hasta que no tienes una criatura, todos aquellos tópicos que te dicen, se hacen realidad.

    Hay que tenerlos para entenderlos! xD
    Saludos!

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  2. Y cuantas veces pensábamos "Qué exagerados son!" Jaja, Si es que no se puede hablar!!

    Saludos!!

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